¿Qué pasaría si las nubes no existieran?

Nubes, pedacitos de sueños envueltos en algodón, blanco y esponjoso…

pasarían de la noche a la mañana, a no existir,

a no adornar el azul cielo de nuestros días.

Cielo, cielo sin nubes, sería como una pared sin cuadros,

perdería la posibilidad de ser contemplado y admirado,

incluso perdería la propia delicadeza de poder parecer interesante,

dejando al sol como una ventana sin cortinas.

Sol, dejaría de jugar a esconderse, no tendría donde meterse,

viviría condenado días tras día aun cielo tristemente desnudo… ¡y aburrido!…

donde ya no perderíamos el tiempo pudiendo imaginar en él…

Perder el tiempo imaginando, ya no habría por qué pasar horas

y horas buscando en cielo formas de animales,

objetos, incluso personas, que alegremente dibujaban las nubes,

como si se tratase de un lienzo donde la propia imaginación

era la brocha de nuestra creatividad…